¿Sabías que una cáscara de plátano, algo que normalmente termina en la basura, podría ayudar a limpiar el agua que tomamos? Un grupo de investigadores en Cartagena encontró la forma de convertir este residuo en un insumo útil para el tratamiento de aguas turbias. Y los resultados son sorprendentes.
Palabras claves: Coagulante; Biodegradable; Tratamiento de agua (Ver definiciones al final de la Nota).

Por: Equipo periodístico ATTUÁ | Julio 18, 2025
El estudio, titulado “Síntesis y caracterización de un agente coagulante a partir del almidón de cáscara de plátano (Musa paradisiaca), como coadyuvante en el tratamiento de agua”, mostró cómo este desecho vegetal, al ser modificado químicamente mediante un proceso llamado acetilación, puede actuar como agente coagulante: es decir, ayuda a atrapar y eliminar partículas de suciedad presentes en el agua. La investigación fue publicada en la revista internacional Water, Air, & Soil Pollution y fue desarrollada por cinco investigadores de la Universidad Tecnológica de Bolívar y del Tecnológico Comfenalco: Camilo Cortés, Leymer Pérez, Jorgelina Pasqualino, Jorge Puello y Henry Lambis.
Todo lo que se abordó en este importante estudio se basa en una pregunta sencilla: ¿qué pasaría si aprovechamos los residuos del plátano verde, tan común en nuestra dieta, para algo más útil que simplemente botarlos? A partir de esa inquietud, extrajeron el almidón de la cáscara, lo modificaron en el laboratorio y lo probaron como coagulante en agua contaminada.
Y sí, funcionó. En una primera fase del experimento, el almidón modificado logró reducir por sí solo cerca del 48% de la turbidez del agua. Pero lo más interesante ocurrió al combinarlo con un coagulante químico tradicional, el sulfato de aluminio, ampliamente usado en plantas de tratamiento. En esa segunda etapa, la eficiencia de limpieza superó el 98%, alcanzando niveles óptimos para el paso posterior de filtración.
Esto no significa que el almidón reemplace al químico, pero sí demuestra que puede complementarlo y reducir su uso. Lo más valioso es que se trata de una sustancia natural, biodegradable y derivada de un residuo que ya tenemos en abundancia.
Este tipo de soluciones cobra especial valor en países como Colombia, donde muchas comunidades aún carecen de acceso estable a agua potable, y donde los sistemas de tratamiento resultan costosos o insostenibles. Si se continúa explorando este camino, podríamos desarrollar tecnologías más limpias, accesibles y adaptadas a contextos locales, usando recursos que vienen, literalmente, de la cocina.
Convertir lo que antes era basura en parte de la solución: esa es la apuesta de este grupo de científicos colombianos que encontraron en la cáscara del plátano una manera ingeniosa de enfrentar un problema global. En un mundo donde el agua limpia escasea y los métodos tradicionales generan impactos ambientales, esta propuesta representa una alternativa económica y sostenible, alineada con los principios de la economía circular.

Coagulante: Los coagulantes son materiales químicos que se adicionan al agua para lograr la descarga de todas las partículas coloidales dando origen a la formación de medios más grandes (flóculos), que se sedimentan más rápidamente. Los coagulantes de tratamiento de agua constan de moléculas con carga positiva que, al añadirse al agua y mezclarse, logran la neutralización de la carga presente. Por lo general se usan coagulantes inorgánicos, orgánicos o una combinación de ambos para tratar el agua y eliminar sólidos suspendidos (Contyquim, 2022).
Biodegradable: Un material biodegradable es aquel que se puede descomponer por la acción de microorganismos como bacterias u hongos en un periodo corto de tiempo, transformándose en nutrientes. Esta descomposición es beneficiosa para el ecosistema porque permite reciclar muchos nutrientes. Para considerarse biodegradable, el material debe descomponerse sin dejar residuos tóxicos, como químicos o gases nocivos. Además, existen grados de biodegradabilidad, dependiendo del tiempo y condiciones ambientales que requiere el material para degradarse (Styropek, 2011).
Tratamiento de agua: El tratamiento del agua es el proceso de mejora de la calidad del agua con el fin de que pueda ser utilizada para un propósito específico, como el consumo humano, el uso industrial, actividades recreativas o la reposición de cuerpos de agua naturales. Este proceso ayuda a eliminar contaminantes y sustancias peligrosas, haciendo que el agua sea limpia y segura. Además, garantiza que el agua tratada pueda reincorporarse al medio ambiente sin causar daños, evitando la contaminación. El tratamiento generalmente comprende cinco etapas: coagulación, floculación, sedimentación, filtración y desinfección, que aseguran la eliminación de partículas, microorganismos y sustancias nocivas para la salud y el ambiente (SafetyCulture, 2024).
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Conoce nuestra entrevista con Jorgelina Pasqualino
Jorgelina Cecilia Pasqualino
Doctora en Ingeniería química y de procesos
Docente del Programa de Ingeniería Química de la UTB
jpasqualino@utb.edu.co