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Conversaciones que salvan vidas: La importancia de fortalecer la comunicación familiar para prevenir el suicidio en Colombia

Expertos de la Universidad Tecnológica de Bolívar (UTB) llevaron a cabo un estudio sobre el papel fundamental de la comunicación familiar para mitigar el riesgo de suicidio y contrarrestar el impacto de las preocupaciones y crisis derivadas del primer año de la pandemia. Los resultados indican que una comunicación familiar abierta reduce hasta un 32,4% el impacto de las preocupaciones de salud en la ideación suicida. Encontraron, además, que una comunicación positiva entre los miembros del hogar reduce el riesgo de suicidio asociado a crisis y rupturas familiares, entre un 29,1% y el 70,1%.

Por: Equipo periodístico ATTUÁ | diciembre 11 de 2023

Palabras claves: Ideación suicida; Relaciones familiares; Comunicación; Salud Mental (Ver definiciones al final de la Nota).

El riesgo de suicidio como objeto de estudio en el contexto de la pandemia

Los profesores de la UTB, Elías Geney-Castro, Karol Gutiérrez-Ruiz, Yanin Santoya-Montes y Miguel Garcés-Prettel lideraron la investigación titulada “Suicide Risk and Crises Suffered in the Context of COVID-19 Mediated by Interpersonal Family Communication” (Riesgo de suicidio y crisis sufridas en el contexto del COVID-19, mediadas por la comunicación familiar). Los resultados fueron publicados a principios de 2023 en la Revista de Salud Pública de la Universidad Nacional, y están disponibles en este enlace: https://repositorio.utb.edu.co/handle/20.500.12585/12125

Este estudio busca evidenciar si las preocupaciones o afectaciones en el ámbito de la salud, la economía y las relaciones intrafamiliares durante el primer año de pandemia incrementaron la ideación suicida en la población colombiana.  De igual forma, los investigadores analizaron si la comunicación abierta o positiva entre los integrantes de la familia puede ayudar a contrarrestar el impacto de las secuelas generadas durante el primer año de la pandemia en el riesgo de suicidio. 

El suicidio es un problema de salud pública mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) 1 de cada 100 muertes es por suicidio. Además, advierte que anualmente, más personas fallecen por suicidio que por VIH, malaria, cáncer de mama e incluso en comparación con guerras y homicidios. Este estudio realizado desde la UTB aporta a la comprensión del suicidio, y se centra en analizar específicamente el rol que puede desempeñar la familia para prevenir este problema.

Aproximación metodológica al estudio

La investigación se desarrolló utilizando una muestra representativa de colombianos residentes en ciudades principales de las regiones más pobladas de este país: Andina, Caribe y Pacífica. Los investigadores se centraron en tres factores clave para abordar las hipótesis iniciales. En primer lugar, examinaron la comunicación familiar abierta, evaluando la libertad de expresión, la credibilidad, la atención y la expresión de afecto en más de 600 encuestados.

Luego, dirigieron su atención hacia las emociones e ideas de los participantes, centrándose en el riesgo de suicidio a partir de evaluar la presencia negativa de ideas de suicidio frecuentes. Finalmente, exploraron las preocupaciones generadas por la pandemia en aspectos familiares, económicos y de salud, considerando la relación de la tasa de mortalidad por suicidio en Colombia con grupos de edad y métodos utilizados.

La comunicación familiar abierta se evaluó mediante cuestionarios fiables como la Escala de Comunicación Parental de Barnes y Olson. La ideación suicida negativa se evaluó a través de la escala PANSI de Osman. La información de las preocupaciones y afectaciones sentidas durante la pandemia se obtuvo mediante una escala propia que analizó estos aspectos de forma multidimensional.

Resultados del estudio: la comunicación familiar abierta un factor protector del riesgo de suicidio

Según los resultados de la investigación, el 35,2% de los participantes colombianos mostraron un nivel alto de ideación suicida durante el primer año de la pandemia, mientras que un 40,8% presentó un nivel moderado, superando así a más de la mitad de la población encuestada.

En el análisis por grupos, el estudio proporciona una primera visión de quienes experimentaron de manera más significativa las secuelas emocionales y psicológicas de la pandemia. Se evidenció que la ideación suicida en Colombia es cuatro veces mayor en los jóvenes que en los adultos. En jóvenes de 18 a 26 años, la ideación alta alcanza el 25,1%, en comparación con el 10% en adultos de 28 a 59 años. Además, al segmentar los resultados por género, se observó que las mujeres participantes (23,8%) mostraron un mayor porcentaje de ideación alta en comparación con los hombres (11,1%).

En cuanto a los factores evaluados, se encontró que la principal preocupación en el ámbito de la salud durante el primer año de la pandemia estuvo relacionada con el riesgo de infección por COVID-19. En el ámbito de las relaciones familiares, los problemas de convivencia en el hogar y el distanciamiento social y familiar debido a la cuarentena fueron las principales preocupaciones. Por último, en el ámbito económico, la crisis financiera vivida en ese momento fue la mayor preocupación para la población colombiana (ver Tabla 1). 

En la investigación, se observó que aspectos como la libertad de expresión (70,4%), la credibilidad (80,1%), la atención (82,5%), la capacidad para hablar de los problemas (73,5%) y las expresiones de afecto (72,5%) fueron evaluados positivamente por los participantes. Esto sugiere que las interacciones comunicativas, la escucha activa y las muestras de afecto son elementos fundamentales para enfrentar de manera positiva las preocupaciones o afectaciones derivadas de la pandemia. La falta de apoyo u orientación para gestionar las emociones y expresarlas pueda estar relacionada con niveles elevados de ideación suicida, tanto en su modalidad alta como moderada.

Es importante también señalar de acuerdo con los datos presentados por los investigadores en la Tabla 2 que la comunicación familiar abierta actúa como un factor protector que interviene en la relación entre las preocupaciones o afectaciones experimentadas y los niveles altos de ideación suicida (riesgo de suicidio) en el contexto de la pandemia de COVID-19.

Al examinar con detalle el tamaño del efecto indirecto en relación con el efecto directo en los modelos de mediación establecidos, se encontró en el caso del primer modelo, que las preocupaciones o afectaciones en el ámbito de la salud, pueden disminuir el riesgo de suicidio hasta un 32,4% cuando existe una comunicación abierta en la familia. En los modelos 2, 3 y 4, se observa que el riesgo suicida puede reducirse entre un 29,1% y un 70,1% al emplear la comunicación abierta o positiva como herramienta frente a las preocupaciones o afectaciones percibidas a nivel familiar.

Por lo tanto, la Tabla 2 confirma la segunda hipótesis de la investigación, que planteaba que la comunicación abierta entre los miembros del hogar puede atenuar el impacto de las preocupaciones o afectaciones derivadas de la pandemia en el riesgo de suicidio.

Entrevista exclusiva para entender la perspectiva de los investigadores 

El equipo periodístico de Attuá logró una entrevista exclusiva con Elías Geney, uno de los investigadores del estudio y profesor de la Universidad Tecnológica de Bolívar. Durante la entrevista, Geney compartió su perspectiva sobre los resultados obtenidos y los desafíos que tiene el Estado, las organizaciones y la sociedad en general, para reducir y prevenir el suicidio en Colombia, especialmente entre la población juvenil, que mostró un mayor nivel de riesgo.

Geney resaltó que este estudio proporciona una visión donde la literatura y la medicina se complementan para abordar enfermedades psicológicas. Destacó que establecer relaciones positivas a lo largo de la vida y contar con redes de apoyo durante los momentos difíciles permiten que las personas desarrollen formas sólidas y creativas de enfrentar los problemas. El investigador enfatizó que el diálogo en momentos de crisis puede desempeñar un papel protector frente al suicidio, permitiendo a las personas expresar emociones negativas y ofreciendo una perspectiva general sobre las acciones preventivas a tomar para resolver el problema.

Geney enfatiza la importancia de promover directrices efectivas a nivel clínico que refuercen las habilidades sociales y las estrategias de afrontamiento. Esto permite que las personas aborden de manera proactiva y resiliente los desafíos que puedan surgir en sus vidas. En este sentido, sugiere intensificar los programas de prevención de salud mental para evitar el suicidio, dando mayor relevancia a fomentar un trato adecuado y a promover un diálogo familiar asertivo, afectivo y empático para que las personas hablen abiertamente sobre sus problemas.

Alcance y retos de este estudio:

Dentro de los desafíos abordados por esta investigación, se destaca la urgencia de que el Estado, las universidades y las organizaciones vinculadas al ámbito de la psicología clínica se ocupen de las afectaciones mentales derivadas de la pandemia, incluyendo el tema del suicidio. Las acciones o programas que se implementen no deben dejar de lado la dimensión comunicativa que se presenta en este estudio. La comunicación es un recurso esencial para el bienestar psicológico y la prevención del suicidio, especialmente cuando se enfatiza en la importancia de fortalecer los lazos familiares cultivados a través del diálogo.

Por otro lado, y dado que los resultados indicaron que las preocupaciones económicas, incluido el desempleo, no anticipan una alta ideación suicida en la población colombiana, se sugiere que las estrategias de prevención del suicidio no se centren solo en factores económicos, sino en considerar también otras preocupaciones en el ámbito socioafectivo y emocional. Dentro de este enfoque, es crucial considerar la comunicación interpersonal y las preocupaciones específicas identificadas para brindar un apoyo más efectivo desde los esfuerzos por prevenir el suicidio.

Este estudio emerge como un referente innovador en el enfoque del suicidio desde la perspectiva de las ciencias sociales. Reconociendo la complejidad asociada a la ideación suicida, los investigadores no lo presentan como una guía definitiva, sino como un camino para abordar las secuelas de una crisis sanitaria sin precedentes desde una perspectiva más integral.

Ideación suicida: es la manifestación de cualquier pensamiento, consideración o planificación que puede tener un individuo para atentar o acabar con su propia vida, comportamiento que se relaciona de manera significativa con el suicidio y el deseo de estar muerto (Center for Diseases Control and Prevention in the United States; Crosby et al., 2011).

Relaciones familiares: son interconexiones que surgen entre un grupo de personas que se ven vinculadas bajo un grado de unión familiar, para generar esta interconexión es necesario que exista una percepción entre cada uno de los integrantes, formas concretas de afrontar problemas y expresar sus emociones, rutas o guías para manejar la convivencia y la capacidad de adaptación en situaciones de cambio (Rivera, M. y Andrade, P.,2010)

Comunicación: es la acción y efecto de transmitir una serie de señales mediante un código común entre el emisor y el receptor (Real Academia Españo, s.f., definiciónde comunicación).

Salud mental: es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad (Organización Mundial de la Salud, 2022).

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Conoce nuestra entrevista con el investigador:

Elías Geney Castro

Doctor en Psicología.

Docente e Investigador del Programa de Psicología de la UTB

egeney@utb.edu.co

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